Imagen: P.Moreno.

Cuando quebró Lehman Brothers en 2008 y se desató la última gran crisis, en España había cerca de 46.000 oficinas bancarias. Estos días asistimos al enésimo anuncio de cierres desde entonces, con las 1.150 que quiere clausurar Santander,  la cuarta parte de las que todavía tiene en España.

Desde Lehman, muchas cosas han cambiado para la banca. Como comentaba aquí, al reto regulatorio que sucedió a la crisis (en materia de nuevas exigencias de colchones de capital y solvencia, supervisión y protección de los clientes, demandas...), se unió el tecnológico (entrada de las fintech y los gigantes digitales en el negocio bancario) y la política de bajos tipos de interés del BCE, que dificulta la obtención de beneficios, según denuncia el sector.

Todo ello ha conformado un complicado entorno de negocio que aboca a las entidades a una transformación que implica fusiones y drásticos recortes de costes. De las 46.000 oficinas de 2008 se pasó a menos de 28.000 en 2017, como se ve en el gráfico del Banco de España, y el año pasado solo la gran banca cerró otras 678 oficinas.

Respecto de Europa, de ser el país con más oficinas de banca hemos pasado a ocupar la cuarta posición, tras Francia, Alemania e Italia.

En abril de 2016, cuando el mismo banco Santander sorprendió anunciando el cierre de más de 400 oficinas ya se podía intuir que aquello era la punta del iceberg ("concentrar al equipo humano en el asesoramiento y venta de productos y servicios de valor añadido tiene todo el sentido, comparado con ejercer funciones hoy ya totalmente automatizadas y que dejan escaso margen, cuando lo dejan", apunté aquí). Hoy las previsiones de la consultora inmobiliaria JLL son que para 2028 no lleguen a 16.800 las oficinas bancarias en España.

A las fusiones y recortes de plantilla y oficinas, algunas entidades tratan de sumarles iniciativas originales para apuntalar el negocio. Santander lanzó su nuevo concepto de oficina "Work Café", importado de Chile y ahora un banco japonés ha ido más allá y abrirá vinotecas y guarderías en sus oficinas para combinarlas con el negocio bancario.

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