La presidenta del Banco Santander, Ana Botín. EFE / Rodrigo Jiménez.

Patada hacia adelante y pocas ganas de negociar. Así resumen los sindicatos del sector financiero la reunión celebrada este martes con la patronal bancaria. La AEB, que representa a entidades como Santander, Sabadell y BBVA no tiene intención de reabrir el convenio colectivo hasta 2024 y por tanto, cierra la puerta a subir el salario de los trabajadores por la inflación. Su presidenta, Alejandra Kindelán, ya adelantó hace unos días en un encuentro con la prensa que el convenio de banca, que se firmó en 2020, está cerrado hasta 2023 y no se debe modificar antes de esa fecha. Y esta misma idea es la que ha transmitido la AEB a los sindicatos.

“El mensaje ha sido menos esperanzador que el de CECA”, indican fuentes sindicales presentes en la negociación. Hace solo una semana, la patronal de la ex cajas de ahorro (que representa a entidades como Caixabank o Unicaja) pidió a los sindicatos más tiempo para decidir si abren la mesa de negociación del convenio colectivo y revisan al alza los salarios.

En concreto, CECA emplazó a los representantes de los trabajadores una nueva reunión el próximo 15 de septiembre, dentro de casi tres meses, para que en este tiempo puedan seguir analizando cómo evoluciona la economía, los resultados de las entidades y sobre todo, la inflación. 

La AEB ha seguido sus pasos y ha decidido fijar una nueva reunión el 20 de septiembre. Sin embargo, en el encuentro de este martes ya han adelantado que no están por la labor de reabrir la mesa de negociación. “La última vez tenían más predisposición, ahora han dado un paso atrás”. 

Por este motivo descartan que haya una cuarta reunión. La primera (tanto con CECA como con AEB) fue a principios de junio; la segunda este mes de julio, la tercera será en septiembre y dan por hecho que no habrá más. Y en este sentido, los sindicatos recuerdan, “nos veremos abocados a las movilizaciones”.

La banca declina la petición de revisar los salarios de sus trabajadores porque auguran unos meses complicados, donde los resultados pueden verse afectados por un repunte de la morosidad ante la desaceleración de la economía y el vencimiento de los créditos ICO.

Los sindicatos, por su parte, argumentan que en 2021 tuvieron beneficios récord e incluso que Sabadell ha decidido revisar su plan estratégico porque ya ha alcanzado los objetivos fijados para 2023; y además Santander y BBVA han decidido recomprar el 10% de sus acciones.

Por todos estos motivos entienden que la banca tiene capacidad financiera para revisar salarios antes de que acabe el convenio actual. Recuerdan que el escenario ha cambiado bastante el los últimos meses, la inflación se disparó en junio por encima del 10% y entienden que la media anual estará cerca de esta cifra, lo que les hace perder poder adquisitivo.

En la reunión del martes, AEB ha comparado el poder adquisitivo de los empleado del sector bancario en 2021 con los de 2006, sin incluir los datos de los seis meses de 2022. «Dicen que no hemos perdido poder adquisitivo gracias a los convenios», una afirmación que los sindicatos no comparten.

Y en este sentido, advierten, si prefieren esperar a 2024 para negociar un nuevo convenio colectivo para el sector financiero «va a ser peor para los propios bancos», porque se suele tener en cuenta la inflación media de los últimos tres años y la del periodo 2021-2023 será, seguramente, la más alta sobre la que se haya negociado nunca.

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