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Así reza literalmente la sentencia del Juzgado de lo Social 4 de Alicante: “durante el tiempo en que llevó a cabo los hechos que se le imputan en la carta de despido, ejerció unos cargos de confianza (Directoral General Adjunta primero y Directora General después), con lo que resulta claro que tales hechos se han de reputar realizados clandestinamente y con ocultación.” (Fundamento Jurídico Sexto de la Sentencia que declara procedente el despido).

 Desde el Sindicato Alta celebramos la sentencia que desestima la demanda presentada por la exdirectora general María Dolores Amorós, y esperamos que continúen las actuaciones judiciales para depurar las responsabilidades de aquellos, cuya codicia y soberbia, han terminado por arruinar una caja centenaria, dejando a miles de compañeros y familias en una situación límite.

 Esta vez no habrá carta de despedida, como la que ella misma dedicó a Roberto López, el 1 de julio de 2011, días antes de ser intervenidos, donde lo venía a calificar de “ejemplo de coherencia y responsabilidad” y añadía “ejemplo constante para todos y, personalmente, por todo lo que he podido aprender de ti”; ahí es nada. Si la discípula actuó de forma clandestina y con ocultación, ¿Qué es lo que habrá hecho el venerado maestro? No se puede ser tan cínica, no se puede pensar tanto en sí misma y olvidarse por completo de la plantilla.

 Tras su despido, a los compañeros nos queda el sentimiento de haber pertenecido a una empresa, que fue grande como la que más, pero que estos últimos años ha tenido la desgracia de caer en manos de unos dirigentes sin escrúpulos, que se han preocupado únicamente de su enriquecimiento personal, sin importarles para nada el futuro de la Entidad. Texto íntegro de la sentencia: http://www.sindicatoalta.es/not/not.asp?idnot=1623.  

 Os seguiremos informando.

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