El Ministerio de Economía rechaza la decisión del banco presidido por Carlos Torres de ir hacia una opa hostil contra Sabadell, tras el rechazo a una fusión del banco catalán
El Gobierno se ha mostrado en contra de la operación que propone BBVA, que ha transformado el acercamiento para una fusión con Sabadell en una opa hostil. También se opone la Generalitat de Cataluña, que ya ha anunciado que recurrirá a las autoridades de Competencia, tanto a nivel autonómico como nacional, para que calibren el efecto de la concentración para la economía catalana.
Fuentes oficiales del Ministerio de Economía rechazan "la decisión de BBVA de plantear una opa hostil a Sabadell". Desde el organismo dirigido por Carlos Cuerpo consideran que la operación "introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español". Por su parte, el presidente de BBVA, Carlos Torres, ha asegurado que el Gobierno acabará apreciando la operación.
Concretamente, Economía considera que supondría un "incremento" en el nivel de concentración que "podría tener impacto negativo" tanto en el empleo como en la prestación de servicios financieros. Además, también cree que dicho "excesivo" nivel de concentración introduciría un "riesgo potencial adicional" a la estabilidad financiera, "como indició el gobernador del Banco de España", Pablo Hernández de Cos, que pasó esta semana por el Congreso.
De esta forma, el ministerio opina sobre cuestiones que tendrán encima de la mesa tanto el supervisor financiero, en este caso el Banco Central Europeo (BCE), como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Fuentes del Ministerio también añaden que "España tiene actualmente un sistema financiero fuerte y solvente. Nuestro deber es velar por mantener un sistema financiero sólido, que siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección de los clientes".
La opa hostil también ha irrumpido en la campaña catalana y todos los candidatos han coincidido en oponerse. Es igual que sean independentistas o constitucionalistas. Pere Aragonès (ERC), Carles Puigdemont (Junts), Salvador Illa (PSC) y Alejandro Fernández (PP) han salido a la palestra para romper una lanza por mantener la independencia de Banco Sabadell, además de las líneas de crédito a las empresas catalanas, la red de oficinas y los empleos en la comunidad autónoma.
"No es el camino", ha zanjado un Aragonès en un tono muy institucional, antes de anunciar que recurrirán la operación a las autoridades de Competencia autonómicas y nacionales. Por su parte, Puigdemont lo ha querido convertir en otro ataque de España contra Cataluña: "Hace tiempo que hay una estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana". Solo Carlos Carrizosa (Cs) e Ignacio Garriga (Vox) han apoyado la operación.
En cualquier caso, en Cataluña es prácticamente unánime el apoyo al presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, uno de los empresarios que más se opuso al procés y el primero que movió su sede para llevársela de Barcelona a Alicante. Y por eso, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón (PP), también se opone a una concentración que se llevaría la sede a Bilbao.
Concretamente, Mazón ha afirmado estar "absolutamente en contra" de la decisión de BBVA y ha apelado a la sociedad valenciana a reaccionar para lograr que no se culmine. "Es una operación que destruye valor, es una operación que destruye trabajo, es una operación que destruye territorio, es una operación que destruye competencia", ha aseverado. También ha considerado que va "en contra" de la provincia de Alicante —en cuya capital se halla la sede social del banco—, de la Comunitat Valenciana y del consumidor.
No obstante, a nivel nacional el PP ha adoptado la postura de "respetar" los acuerdos a los que lleguen las empresas privadas. "En el caso que afecta al BBVA y al Banco Sabadell, consideramos relevante conocer la opinión de los organismos competentes", apuntan fuentes del PP. "El Gobierno conocía la hipotética fusión y no la ha censurado hasta la víspera del fin de la campaña en Cataluña. Por ende, no es creíble esta sobreactuación repentina del Ejecutivo", añaden.
Todas estas reacciones se producen tras la decisión de BBVA, comunicada esta mañana al mercado a través de un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de transformar la oferta rechazada por el consejo del Sabadell en una opa hostil, condicionada a que, al menos, el 50,01% del capital social del Sabadell la acepte.
Carlos Torres ha asegurado a los analistas que están en contacto con los supervisores, y que aunque no hay luz verde explícita porque habrá que pasar por los procedimientos adecuados, la primera reacción ha sido positiva: "No ven obstáculos que podrían frenar su aprobación".
En cuanto a las declaraciones desde el Gobierno de España, Torres cree que el nuevo banco serviría para "mejorar el apoyo que damos a la sociedad a través del crédito, y esta entidad resultante apoyará mejor la economía, y generar más resultados, lo que significa una base fiscal mayor para el país. Para el país es bueno tener un banco tan fuerte que pueda operar en el mercado europeo y global, y el Gobierno seguro que va a apreciar el valor de esta operación una vez que pasen los eventos electorales, ahora hay mucha politización".
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, también ha afeado a BBVA las formas y el fondo de la oferta. "Hace días que se expresó una opa de forma amistosa, que finalmente ha pasado a ser, sin variar ninguna condición, una opa hostil. Creo que tampoco es el método", según ha destacado en declaraciones a la prensa en un encuentro organizado por la Cámara de Sabadell (Barcelona).
Visión contraria a la de Antonio Garamendi. El presidente de la CEOE ha afirmado a raíz de la opa hostil que las empresas "son libres de actuar, de participar y de hacer ofertas o no". Durante una intervención en el V Foro Internacional de Expansión, el dirigente ha recordado que tanto el BBVA como el Sabadell son socios de la patronal empresarial. "Tienen unos equipos magníficos, los presidentes son magníficos y, por tanto, yo creo que eso queda en el ámbito privado y lo que creo es que hay que respetar las decisiones, en este caso, de una y ambas partes y también de los accionistas".
Por último, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, también se ha pronunciado. Considera que, desde el BCE, tendrán que ser "absolutamente prudentes" en este movimiento. "El BCE tiene que autorizar la operación, siempre que se produce una operación de este tipo. Por tanto, tenemos que ser absolutamente prudentes en este momento. No sabemos si la operación se va a cristalizar, dependerá de los accionistas".
En palabras de De Guindos, insiste que el BCE siempre este tipo de operaciones tiene que autorizarlas, y "lo hace siempre basado en el principio de solvencia y en el principio prudencial". "Lo que buscamos es la estabilidad del sistema financiero en la zona euro y, lógicamente, España es un país importante", ha declarado el vicepresidente.
Reacción de los analistas
Los bancos de inversión no dan alas a la posibilidad de que la opa hostil tenga éxito. Desde Bankinter sostienen que es improbable que salga adelante, porque "ofrece un simple canje de acciones que, con los cierres de ayer, implica una prima del 18,4%... y lo lógico es que hoy BBVA vuelva a caer, como sucede habitualmente con el adquirente cuando la operación consiste solo en un canje de acciones (y el Sabadell volverá a subir) y, además, la operación resultaría, muy probablemente, dilutiva (es decir, reduciría el beneficio por acción). El capital del Sabadell está atomizado entre fondos de inversión que probablemente habrán llegado a esta misa conclusión". En la misma línea está Renta 4, que "creemos que, a estos precios, la oferta no es atractiva y no acudiríamos a la oferta".
Desde Banca March indican que "la pelota está ahora en el tejado de los accionistas de Banco Sabadell, entidad que cuenta con una elevada fragmentación". Al respecto, aseguran que la clave de la operación podría girar en torno a la posición de los grandes fondos de inversión, en donde hasta 71 de ellos cuentan con participaciones simultáneas en ambas entidades, entre las que destacan las de BlackRock, Norges y Vanguard Group, que cuentan con un 10,2% conjunto en Sabadell y un 17,9% en BBVA.
Más crítica ha sido la vicepresidenta Yolanda Díaz, máxima responsable de Sumar, que ha señalado en Twitter que "esta opa hostil del BBVA es una operación contraria a los intereses de nuestro país. Destruiría mucho empleo, provocaría exclusión financiera y más oligopolio. Supone liquidar al Sabadell en beneficio solo de los fondos de inversión extranjeros que son propietarios del BBVA".
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