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El ministro de Trabajo aboga por subir la retención a las rentas más altas del sector.
El Gobierno dio ayer un paso más en su campaña de denostación del sistema financiero español. Como si de un bucle se tratara, el mismo ministro que arrancó el ataque el 14 de junio, Valeriano Gómez, culpando a la banca de la crisis, cerró ayer el circulo y abogó por subir los impuestos a los sueldos de los banqueros.
Las declaraciones del ministro de Trabajo suponen el final de un triduo que arrancó el sábado el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, y que continuó este domingo en las páginas de EL MUNDO el titular de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Rubalcaba había criticado a la banca «por cobrar a costa» de la gente y Blanco había incidido en la irresponsabilidad de las entidades por dar préstamos a quien luego no ha podido devolverlos. Ayer Gómez, en declaraciones a Telecinco, apeló a tocar el bolsillo de los directivos de los bancos dentro de la campaña de los socialistas para hacer suyos los argumentos de los indignados.
El ministro de Trabajo abogó para introducir tipos fiscales «especialmente aumentados» para gravar las retribuciones «muy altas» de los directivos de la banca. «Las retribuciones a partir de un nivel que se considere máximo deberían tener una gravación fiscal mayor», defendió. Gómez admitió que el Estado «no puede entrar» en la retribución de los banqueros, pero se quejó de que las diferencias entre lo que cobran los jefes de las entidades y sus empleados puedan estar en una proporción de 1.000 a 1. «Es un modelo que no tiene ningún futuro, no es posible pensar en fidelizar a la gente a base de mantener ese tipo de diferencias », advirtió el ministro.
El Ejecutivo aprobó hace un mes y dos días un decreto en el que establece cómo deba ser el modelo de retribución de la banca (insta a evitar riesgos y a que parte del salario variable se cobre en acciones y de forma diferida). Gómez se refirió a un asunto sobre el que no tiene competencias mientras su propio departamento hace una interpretación generosa de la ley para permitir a cajas de ahorros como la CAM o el banco de CajAstur acometer recortes de plantilla vía prejubilaciones con cargo al erario público, pese a estar en beneficios. Pero Gómez no es un verso suelto. El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, número tres del partido, dio ayer carta de naturaleza a la campaña socialista. Después de la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, Iglesias expresó el respaldo de la dirección del partido a Rubalcaba.
La banca, que como informó ayer EL MUNDO tiene una gran preocupación por esta campaña, opta por no entrar en el cuerpo a cuerpo. El consejero del Santander y responsable de la División América, Francisco Luzón, aconsejó «tener perspectiva» y argumentó que "no hay que olvidar que esta crisis que tenemos, fundamentalmente en el segmento de las cajas, no procede de la banca y del sistema financiero español". Luzón mantiene una estrecha relación con Rubalcaba. El banquero fue presidente de Argentaria, entonces entidad pública, durante el último Gobierno de Felipe González, del que el politico también era portavoz. Luzón opinó que «España tiene una crisis muy limitada en su sistema financiero, circunscrita a una serie de entidades, que están en proceso de reestructuración. Tengo absolutaconfianza de que en cuatro o seis meses ésta habrá acabado». |
