|
El Banco de España llama a Modesto Crespo, que podría estar buscando otros bancos
El proceso de integración que dio origen a Banco Base se encuentra al borde de la ruptura; La integración de CajAstur, Caja del Mediterráneo, Caja Extremadura y Caja Cantabria ha sido difícil desde un inicio; La entidad alicantina se resistía a aceptar que su maltrecha situación la abocaba a ser la segunda de un proyecto que lideraba la caja asturiana; Sin embargo, las cifras del cierre de 2010, que han desvelado que la CAM está todavía peor de lo que se pensaba, han terminado por estresar al límite de la ruptura el proyecto.
Según fuentes financieras consultadas por EL MUNDO, el presidente de CajAstur y consejero delegado de Banco Base, Manuel Menéndez, expuso hace dos semanas al Banco de España que la situación era muy delicada y complicada por los números de la CAM, que hacían que la operación tuviera un futuro incierto. El supervisor ha actuado y ayer mismo llamó a capítulo al presidente de la caja alicantina, Modesto Crespo, y a otros altos cargos de la entidad, según fuentes financieras.
Al parecer, según las fuentes consultadas por este diario, CajAstur ha planteado que la CAM reduzca su participación del 40% al 27% e incluso ha llegado a plantear que se pueda romper la actual alianza. Las mismas fuentes apuntan a que la caja alicantina podría haber iniciado ya contactos con otras entidades. El Banco de España es consciente de que, hoy por hoy, la integración de CAM y CajAstur no se podría hacer con el mismo reparto de poder que se pactó en junio pasado
Entonces, al computar los ratios y el tamaño de cada caja, se llegó al acuerdo de otorgar un 40% del nuevo banco a la CAM y otro tanto a CajAstur. El presidente, no ejecutivo, lo decidiría la CAM, mientras que el consejero delegado, primer ejecutivo del banco, lo nombraría CajAstur. Así se hizo, pero de entonces a ahora las cifras de la CAM no han hecho sino empeorar. La entidad alicantina consumió un tercio de sus reservas el pasado año para sanear su balance. Si ese saneamiento se hubiese pasado por la cuenta de resultados, la CAM habría sufrido pérdidas de más de 600 millones. Sus ingresos también padecen. El margen de intereses, termómetro de la evolución del negocio financiero, cayó el pasado año un 55% respecto a 2009.
Pero, sin duda, el gran problema deriva de la morosidad. Los activos dudosos de las cajas subieron el pasado año un 16,5%. Sin embargo, los de la CAM se dispararon un 85%, hasta los 4.600 millones de euros. Es decir la caja alicantina tiene un 10% de la morosidad de todas las cajas, cuando su cuota de mercado es notablemente inferior. Con esa evolución, el ratio de morosos ha alcanzado el 8,7%, frente al 4,5% de un año antes, muy lejos del 5,8% de media del conjunto de las cajas.
Otra cuestión que preocupa es la evolución de los depósitos. La CAM vio el pasado año cómo sus clientes sacaban de la entidad 1.096 millones de euros, el 2,4% de toda la base de ahorro. Con estos números sobre la mesa el proyecto de creación de Banco Base «queda en una situación compleja», admite una fuente cercana a la operación. Además, el Banco de España evidenció ayer que la entidad va rezagada. Aún no ha recibido la primera ayuda del Frob, 1.493 millones.
El Banco de España da un nuevo giro de tuerca
El Banco de España llamó ayer a capítulo al presidente de la CAM, Modesto Crespo, ante las incertidumbres que provoca la situación de la caja alicantina en su principal socio en el proceso de integración, CajAstur. En junio pasado, las cuatro cajas que impulsan el Banco Base acordaron un reparto de poder en el que influyó de forma sustancial la situación en la que acudía cada una a la fusión. Teniendo el doble de tamaño que CajAstur, la CAM aceptó poseer el mismo porcentaje, 40%, en el sistema institucional de protección (SIP). Pero sobre todo se plegó a conceder a la entidad asturiana el puesto de consejero delegado y primer ejecutivo del grupo, mientras que Crespo se quedaba en una presidencia no ejecutiva.
En aquel momento, se generó un tenso debate en el seno de la CAM sobre si se trataba de cesiones plenamente justificadas. Se llegó a retrasar la aprobación del SIP por parte del consejo de administración, y el Banco de España intervino para imponer la integración. Ahora, con los resultados de 2010 en la mano, la situación ha dado un nuevo giro. El balance de la CAM ofrece datos preocupantes, como el consumo de un tercio de las reservas para evitar unas pérdidas de 600 millones de euros y las altas tasas de morosidad. En la cuenta de resultados, el margen de intereses se desplomó un 55% y los clientes han reducido sus depósitos en más de 1.000 millones. Es una situación difícil para mantener una postura negociadora demasiado inflexible, pero la CAM tiene una trayectoria que merece respeto y no se puede aceptar cualquier cosa. |
