César-González Bueno, durante su intervención en el curso de economía organizado por APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.

Banc Sabadell firmó el martes por la noche el acuerdo final del ERE y en este ya ha quedado reflejado como será el proceso de salida. Así, aquellos trabajadores interesados en acogerse podrán hacerlo en menos de una semana, desde el próximo martes 26 de octubre y hasta el 15 de noviembre.  

El plazo es el mismo para el personal de la red de oficinas, servicing, direcciones territoriales y servicios corporativos. Después, la entidad deberá aceptar o rechazar la solicitud en los 15 días hábiles siguientes a la finalización de este período de adscripción voluntaria. 

El banco catalán podrá rechazar la solicitud cuando el número de adscripciones supere el excedente fijado por provincia. Si este fuera el caso, se aceptarán adhesiones por orden de prelación: primero, las solicitudes de trabajadores de 58 años y hasta los 62 años. 

Segundo, de las personas con 56 y 57 años. Tercero, de las personas trabajadoras menores de 50 años; A continuación, las solicitudes de los empleados de 55 años y finalmente la de las personas de 50 a 54 años hasta el cupo máximo acordado. 

Con todo, las fechas orientativas previstas por el Sabadell para extinguir los contratos son con carácter general, el cuarto trimestre del año y el primer trimestre del año 2022, en función de las oficinas que se cierren.  

Las salidas de los trabajadores de Banc Sabadell se producirán en un periodo de tiempo muy corto desde el cierre del ERE, si toma de referencia los de Caixabank o BBVA (que también se han negociado este año) o incluso el pan de prejubilaciones que Sabadell cerró el año pasado.

Pero en su caso, la reestructuración de la red de oficinas ha empezado antes de que se cerrara el ERE. El banco adelantó en septiembre que cerraría 320 sucursales y 215 de ellas ya lo han hecho en octubre (quedan pendientes otros 105 cierres más).  

Esto hace que en el caso de Sabadell, el proceso sea más ágil. La mayoría de salidas están vinculadas a sucursales que han cerrado. Y en general, el ERE afecta al 60% del personal de la red de oficinas. No obstante, podrá haber personas cuyo contrato de trabajo se extinga con posterioridad, como máximo el 30 de junio del año que viene. 

El consejero delegado del banco, César González-Bueno, ya adelantó el pasado mes mayo durante la presentación del nuevo plan estratégico, que pondría en marcha un plan de eficiencia que sería ejecutado en el primer trimestre de 2022 para reducir aún más la base de costes.

Entre enero y marzo de este año ya hubo 1.817 salidas por el plan de bajas voluntarias y prejubilaciones cerrado en diciembre del año pasado. Este ha generado ahorros por valor de 141 millones de euros. 

El nuevo acuerdo contempla la salida de entre 1.380 y 1.605 personas como máximo, de las que 950 serán de la red de oficinas, 400 de personas con funciones comerciales y 255 de los centros corporativos. El banco catalán ya anticipó que prevé obtener unos ahorros anuales de 100 millones de euros cuando lo ponga en marcha.  

El CEO también explicó en la presentación de resultados del segundo trimestre que esta reestructuración está financiada con las plusvalías procedentes de la cartera Alco y no tendrá impacto en el capital. El anterior plan costó unos 300 millones y según ha anunciado el banco al mercado que, este proceso costará otros 269 millones de euros antes de impuestos. 

Asimismo, advierte que tanto la provisión por los costes de reestructuración como las plusvalías, se han registrado ya en el tercer trimestre, tal y como quedará reflejado en las cuentas correspondientes al periodo julio-septiembre que el banco presenta el próximo jueves 28 de octubre.  

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