José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, y Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. (EC)

Nueva crisis, mismo comienzo. Como hace una década, Bankia vuelve a protagonizar las fusiones en el sector financiero. CaixaBank y la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri están analizando una posible fusión, que podría anunciarse en las próximas semanas, según diversas fuentes financieras consultadas por El Confidencial.

Desde la tercera y cuarta entidad española no hicieron comentarios. Tras la publicación de este artículo, tanto Bankia como Caixabank enviaron sendos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) confirmando la existencia de contactos para analizar la posibilidad de una fusión.

"Bankia, en el marco del estudio habitual de posibles operaciones estratégicas, confirma contactos con Caixabank, con conocimiento y autorización del consejo de administración, para analizar una eventual oportunidad de operación de fusión entre ambas entidades", asegura la nota de la entidad madrileña.

Un gigante financiero

En términos similares se manifiesta el banco catalán: "CaixaBank S.A. (“CaixaBank”) informa que, tras la autorización de su consejo de administración, se encuentra en negociaciones con Bankia S.A para analizar una fusión entre ambas entidades", apunta su comunicado, que añade que ambas partes han firmado "un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información para valorar la operación".

Este movimiento supondrá la creación de un grupo con activos por valor de más de 650.000 millones de euros, la mayor parte en España, lo que le situaría de largo como el mayor banco del país y le dejaría cerca de los activos a nivel internacional de BBVA —750.000 millones—.

La fusión marcaría un hito en el rescate financiero, ya que con ella el Fondo de Reestructuración (Frob) público espera que su participación recupere gran parte de lo perdido en los últimos años. El fondo de rescate español mantiene aún el 61,8% en Bankia, que bajaría a cerca del 14% en el nuevo grupo, en el caso de que el canje se realice por el valor actual en bolsa. El Estado sería el segundo mayor accionista de la entidad, por detrás de la Fundación la Caixa, que tendría en torno a un 30%.

Precisamente, tras los comunicados a la CNMV de las dos entidades, el Frob publicó una nota de prensa, en la que afirma que analizará una eventual propuesta de fusión entre Bankia y Caixabank con el objetivo de recuperar la mayor cantidad de las ayudas públicas inyectadas en la primera.

"Como se ha señalado reiteradamente, el Gobierno tiene una prioridad en relación con Bankia: proteger el interés general de los ciudadanos españoles, maximizar el valor de la participación pública y reforzar la estabilidad financiera del país. Estos son los principios que guiarán cualquier decisión en este ámbito", afirma el Fondo.

El grupo BFA-Bankia recibió ayudas públicas durante el rescate por valor de 24.069 millones, contando las percibidas por BMN, entidad con la que se fusionó en 2018. De estos, el Estado ha ido recuperando más de 3.000 millones de euros a través de la venta de dos participaciones y de los dividendos distribuidos por el banco.

Segundo intento

CaixaBank y Bankia ya estuvieron negociando una posible fusión en 2012, cuando Isidro Fainé y Rodrigo Rato presidían ambas entidades. Entonces las influencias políticas bloquearon la operación. En este momento, esta operación ha conseguido el respaldo de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño, que controla indirectamente el Frob, y sería visto como una señal de respaldo hacia Cataluña, ante el refuerzo para su principal entidad.

Financieramente, la fusión tiene el sentido de poder aplicar grandes recortes de gastos en los próximos años, lo que impulsará la rentabilidad de ambos grupos en un entorno de bajos tipos de interés y presión en las provisiones por la crisis generada por la pandemia.

CaixaBank tiene 4.460 oficinas, de las que 3.797 están en España —el resto principalmente en Portugal— y 35.589 empleados. Por su parte, Bankia cuenta con 2.267 sucursales, todas en España, y casi 16.000 empleados. Ambos grupos generarán grandes sinergias en servicios centrales y en regiones como Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Canarias.

CaixaBank está liderada por Jordi Gual como presidente no ejecutivo y Gonzalo Gortázar como consejero delegado. Por su parte, Bankia tiene a Goirigolzarri como primer espada y a José Sevilla como número dos. En la estructura que se está perfilando, Goirigolzarri sería presidente, con menos funciones que hasta ahora en Bankia, y Gortázar el consejero delegado más ejecutivo.

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