La morosidad será uno de los indicadores que mayor dolor de cabeza dará al sector. Por el momento, los impagos están controlados gracias a que el Gobierno tiene a la economía ‘dopada’ con los ERTE y con los programas de avales ICO.
La banca española se prepara para un 2021 de vértigo. El 2020 ha sido sólo la punta del iceberg de lo que se le viene al sector encima. Las entidades españolas tendrán que hacer frente a multitud de frentes abiertos y otros que están por venir. Los despidos masivos, el cierre de oficinas, el repunte de la morosidad y la caída de los ingresos por comisiones serán el hilo conductor del año, que traerá, por seguro, más concentración en el sector.
El proceso de concentración que comenzó en el último trimestre de año con la fusión de Caixabank y Bankia y Unicaja y Liberbank seguirá el próximo ejercicio con entidades como Banco Sabadell o Kutxabank. El mercado da por hecho que los ‘casamientos’ no han terminado y en 2021 se verán nuevas operaciones.
BBVA es el banco más indicado para realizar una de estas operaciones en España. La entidad que preside Carlos Torres tiene que ‘gastar’ los casi 9.700 millones de euros que obtendrá de la venta de Estados Unidos y diferentes banqueros de inversión coinciden en que la mejor opción para el banco azul es crecer en España. La entidad no se puede permitir desconectarse tanto de Santander y la nueva Caixabank.
Además, el banco tiene muy complicado adquirir una participación mayor de Garanti y en México ya es líder, por lo que en este mercado tampoco es recomendable acometer una nueva operación corporativa. No obstante, BBVA no sólo será protagonista por su negocio sino que también volverá a primera línea cuando se vuelva a reactivar el caso Villarejo.
Salidas a Bolsa
Los bancos pequeños también tienen que seguir su camino. De hecho, Ibercaja está llamado a ser uno de los protagonistas del año con su salida a Bolsa. El banco aragonés sigue trabajando con JP Morgan en su salida al parqué, pero aún no tiene fecha. La hoja de ruta, según las fuentes consultadas, es tocar la campana este mismo 2021. No obstante, Ibercaja ha conseguido más margen. Tiene, incluso, hasta 2022 para acometer esta salida a Bolsa obligatoria.
Por otro lado, la morosidad será uno de los indicadores que mayor dolor de cabeza dará al sector. Por el momento, los impagos están controlados gracias a que el Gobierno tiene a la economía ‘dopada’ con los ERTE y con los programas de avales ICO, que se han ampliado y se han dado más facilidades para pagarlos.
Aun con todo ello, se espera que los niveles de mora se eleven, lo que obligará a la banca a aprovisionar más y a seguir con un dividendo ‘capado’, lo que provoca, en parte, que el valor de las entidades siga en caída libre en el mercado. |