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El consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno. (EFE/Alejandro García |
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El banco ha preparado una nueva forma de medir el variable, que llegará en 2026 a la red comercial. Busca crecer con menor riesgo de morosidad
Banco Sabadell ha prometido al mercado crecimiento. El objetivo: seducir a sus accionistas para que apoyen el proyecto en solitario frente a la opa hostil de BBVA. Para ello, quiere aumentar el crédito y, a la vez, reducir la morosidad. La entidad ha diseñado un nuevo plan de incentivos para trabajar en esa dirección.
El nuevo plan de incentivos ya está en marcha para los gestores de empresas y en banca privada, y se prevé que se lleve a toda la plantilla en 2026, ampliándolo a la red comercial, incluyendo el crédito a particulares. Sabadell tenía 13.638 empleados a 30 de junio en España, 93 más que un año antes.
La guía de incentivos la diseña el banco para definir cómo calcular el variable de los empleados. Lo suele hacer de forma unilateral, según lamentan los sindicatos, que aseguran que todavía no conocen el detalle de estos nuevos incentivos y han solicitado información de cara al impacto en la red comercial.
La entidad ya modificó el plan de incentivos en 2021. Hasta entonces, se basaba en captación de negocio y en los ingresos generados, pero puso el foco en la rentabilidad. Es decir, el variable ha dependido en los últimos cuatro años de la rentabilidad, para tener en cuenta los costes que generaba el nuevo negocio, y no solo los ingresos, además del consumo de capital. Así, el variable ha dependido del retorno sobre fondos propios tangibles (ROTE) y del rendimiento ajustado al riesgo de capital (Raroc), tomando como referencia el margen comercial.
A partir de 2026 – y desde ya en empresas y banca privada –, el variable de los empleados del Sabadell, siempre y cuando la opa de BBVA descarrile y no haya cambios en la gestión del banco, dependerá de lo que la cúpula ha definido como “valor” generado. El banco quiere crecer y generar capital para cumplir con la promesa de distribuir 6.300 millones entre 2025 y 2027, de los que 2.500 millones deben ser por los resultados de 2026 y 2027.
Así, los incentivos se calcularán por una fórmula en la que se sumarán los ingresos generados por el nuevo negocio y se restarán los costes, la pérdida esperada y el coste de capital. La pérdida esperada hace mención al riesgo de morosidad, mientras que el coste de capital es otra medida difícil de cuantificar, que supone la rentabilidad exigida para la inversión.
La gran novedad está en que el banco quiere generar más negocio reduciendo el riesgo de morosidad. La premisa es que Sabadell quiere aumentar el volumen con el que trabajan sus clientes. Por ejemplo, en el caso de las pymes, la penetración de mercado del Sabadell es del 50%. Es decir, una de cada dos trabaja con la entidad. Sin embargo, la cuota de crédito es del 16%, por lo que Sabadell ve una capacidad de mejora en este campo aprovechando el conocimiento de los clientes, con una relación de duración media de 15 años.
De esta forma, Sabadell incorporará métricas relacionadas con la pérdida esperada para calcular el variable. Ya había una medida de la probabilidad de mora a 30 o 90 días para el bonus anterior, pero ahora va más allá y establecerá la pérdida esperada según el histórico del cliente, sus datos financieros y su comportamiento.
Por otro lado, se pasa de incentivos basados en el cumplimiento de objetivos individuales a otros que dependen de rankings. Es decir, el variable se calculará según el negocio generado y su rentabilidad o pérdida esperada, pero también por comparación entre áreas del banco e, incluso, a título individual. Lo que busca la dirección es que, cuando ha habido cumplimiento temprano de los presupuestos, no haya relajación, para buscar una mejor posición en los rankings de cara al variable.
Los nuevos incentivos juegan un papel clave en la consecución del plan estratégico del Sabadell, que busca generar 175 puntos básicos de capital cada año entre 2025 y 2027, para repartir 2.500 millones en los dos próximos años, que se sumarán a 1.300 millones previstos sobre los resultados de 2024 y 2025, y otros 2.500 millones por la venta de TSB.
En total, Sabadell prevé distribuir 6.300 millones en tres años. El banco trabaja con un pay out (parte del beneficio que se distribuye en forma de dividendos) del 60% y, además, con la idea de distribuir todo el exceso de capital por encima del 13%. La entidad proyecta un retorno sobre fondos propios tangibles (ROTE) del 16% en 2027, con más de 1.600 millones de beneficios, lo que supondría superar la cifra de 2024, si se excluye TSB, en un entorno de menores tipos de interés. El crecimiento del negocio será fundamental para lograr estos objetivos. Sabadell ha anunciado previsiones de crecer muy por encima de mercado en consumo, en línea con el mercado en hipotecas, y por encima en pymes y grandes empresas. Sabadell parte de estimaciones de crecimiento del volumen de negocio bancario del 4% anual en los próximos tres años.
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