El banco podría ingresar entre 40 y 50 millones de euros con la operación.
El Banc Sabadell arranca el ejercicio 2021 pisando el acelerador en su nuevo plan estratégico, diseñado para mejorar su eficiencia y rentabilidad. La caída de beneficios por el impacto de la crisis del covid y la necesidad de revalorizar su posicionamiento tras el fiasco de la fusión con el BBVA ha forzado a la entidad a implementar cambios a corto plazo que implican, en parte, acometer una serie de desinversiones. Con ello, el banco catalán con sede social en Alicante ha priorizado una operación que consiste en la venta de su negocio de renting de coches. El proceso, que se viene gestando desde hace casi un año, está siendo agilizado ahora y se espera, según fuentes cercanas al Sabadell, cerrar la transacción durante el primer trimestre del año, según publica el diario Información, de Editorial Prensa Ibérica.
La entidad presidida por Josep Oliu está dispuesta a diversificar sus fuentes de ingresos, pero no a través de un sector que, en la gran mayoría de bancos, se encuentra externalizado, centrando exclusivamente la actividad en la división financiera que supone la gestión de esos contratos de alquiler de vehículos. La venta de Sabadell Renting podría suponer, según fuentes próximas a este mercado, unos ingresos de entre 40 y 50 millones de euros.
El Sabadell está siendo asesorado para esta operación por AZ Capital y Cuatrecasas y, presumiblemente, ya existen al menos tres firmas que han mostrado su interés por asumir este activo. Se trata de Alphabet, filial de BMW; ALD Automotive, de Société Generale; y también Lease Plan, según apuntan fuentes conocedoras de este sector de mercado.
La entidad bancaria se encuentra sumergida en estos momentos en un proceso de transformación que se ha visto acentuado desde que a finales del pasado noviembre rompiera las negociaciones con el BBVA ante las discrepancias que mantenían sus cúpulas directivas por el precio de la operación de compra y, también, sobre el reparto de cargos. La posibilidad de fraguar una fusión que habría alumbrado un nuevo gigante bancario, en este caso el segundo mayor de España, tuvo su reflejo en el mercado de valores con jornadas en las que el banco catalán afincado en Alicante llegó a experimentar una revalorización bursátil de hasta el 20% en tan solo cinco días, como ocurrió a principios de septiembre. Un crecimiento que, sin embargo, se vino abajo cuando el consejo de administración del Sabadell comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, a finales de noviembre, su divorcio con el banco vasco en su intento de fusión. La reacción bursátil no se hizo esperar y se tradujo en un severo batacazo. Los mercados castigaron la ruptura con unas pérdidas por encima del 13% para la entidad catalana.
Aquel hecho supuso un punto de inflexión y forzó al Sabadell a dar a conocer sus nuevos planes para mejorar la rentabilidad. Anunció entonces que buscaba comprador para su filial británica, TSB, y dejó la puerta abierta a desprenderse también de la filial en México. Todo ello para concentrar el foco en el mercado nacional. De igual modo, se señaló que durante el primer trimestre de 2021 se ampliaría su programa de «eficiencia y transformación», con el que se esperan lograr unos ahorros anuales de 115 millones, principalmente mediante la supresión de hasta 1.800 empleos y el recorte de parte de su estructura territorial. Todo ello mientras en su última presentación trimestral de resultados, hecha pública en octubre, se apuntaba a una caída del beneficio del 74%, hasta los 203 millones de euros, por el impacto negativo del covid.
César González-Bueno, recientemente nombrado consejero delegado del Sabadell en sustitución de Jaume Guardiola, será el encargado de pilotar los nuevos cambios que despegan ahora con la intención de venta de la firma de renting. |
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