Las obras están paradas a la espera de que el Ayuntamiento decida si se desmonta la fachada pieza a pieza o si se coloca un muro, que invadiría parte de la calle
La CAM adquirió el inmueble en Trapería e inició el proyecto para trasladar su centro financiero
El antiguo edificio de La Oca, en Trapería, está más en el aire que nunca. Y por un doble motivo. No solo porque el objetivo con el que lo compró la CAM hace un par de años para trasladar allí su gran centro financiero esté en la cuerda floja después de que la entidad haya sido intervenida por el Banco de España con la intención de sanearla y ponerla a la venta, sino porque desde el punto de vista constructivo la fachada está «en volandas» y es preciso estabilizarla, después de que el interior del edificio haya sido vaciado.
Las obras, que lleva a cabo la empresa constructora La Generala, bajo la supervisión de los directores del proyecto del nuevo edificio de la CAM, los arquitectos Luis y Manuel Clavel, están en punto muerto, a la espera de que el Ayuntamiento les comunique cuál de las dos opciones constructivas han de emplear para el mantenimiento de la fachada.
La más sencilla, y menos costosa económicamente, sería estabilizar la fachada sujetándola con un muro de hormigón que tendría que invadir parte de la calle Trapería. Según el arquitecto Manuel Clavel «no ocuparía más de 2,10 metros del total de 6 metros de anchura que tiene Trapería y, de hecho en el 90% de los proyectos de rehabilitación de inmuebles en los que hay que mantener la fachada, se hace así». Esta opción, en principio, no es vista con buenos ojos por el Ayuntamiento, ya que restaría un espacio importante a una de las principales calles peatonales de la ciudad, por la que además desfilan la mayoría de las procesiones de Semana Santa, además de otros actos religiosos como la procesión de la Virgen de la Fuensanta en la mañana del Bando de la Huerta o la del Corpus.
La otra alternativa, algo más costosa, sería desmontar pieza a pieza la fachada, numerando cada una de ellas, para luego reconstruirla conforme al diseño original. El arquitecto Manuel Clavel asegura que «esta posibilidad es técnicamente posible y ya se hizo para desmontar el templo de Abu Simbel en Egipto para construir la presa de Asuán».
El arquitecto asegura que, por el momento, no le han comunicado nada por parte de la CAM acerca del futuro de la obra. «Como arquitecto y como murciano me gustaría que se terminara porque el proyecto es muy bonito y está en un lugar emblemático». Descartó que pueda haber problemas de seguridad una vez estabilizada la fachada, pero considera que «desde el punto de vista estético no sería lo más deseable dejar la obra a medio».
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