Unos 141.000 trabajadores en España viven desde hace unos días unas negociaciones de la que dependerá su nuevo convenio laboral y, con ello, las condiciones salariales. Son el colectivo de empleados del sector bancario en España, cuya representación sindical ha puesto sobre la mesa una reclamación de importantes subidas salariales en pleno récord de beneficios del sector en España. Plantean una mejora de entre el 17% y el 23% en tres años.
Los grandes bancos españoles han cosechado un beneficio entre enero y septiembre de más de 19.700 millones de euros y prácticamente alcanzan ya, a falta de tres meses, las ganancias de 2022, que suponen el anterior récord de beneficios en el sector. Con este argumento, los sindicatos han planteado una negociación con el foco puesto en las subidas salariales, así como la mejora de algunos beneficios sociales que tiene este colectivo.
En sentido estricto, no es una negociación, sino dos. El sector bancario español no tiene un único convenio sectorial, sino que está dividido en función del origen de las entidades. Así, se encuentra un área aglutinada en la Asociación Española de Banca (AEB), que engloba a Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y otras entidades nacionales y extranjeras. Por otro lado, en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), con las antiguas cajas de ahorros, donde están CaixaBank, Unicaja o Abanca. Una última es Unacc, que engloba a las cajas rurales.
AEB y CECA son las dos más grandes y las que tienen abiertas sus respectivas mesas para negociar el nuevo convenio laboral, que tiene que entrar en vigor el próximo 1 de enero. Juntas suman un colectivo de más de 130.000 trabajadores, según sus respectivos anuarios estadísticos. La primera son 83.000 y la segunda, 58.000 empleados. Son un sector muy numeroso, pero mucho menos de lo que llego a ser. Según en Banco de España, en el sector bancario había, a cierre de 2022, 158.000 trabajadores, tras un recorte de 110.000 desde la crisis financiera, pero se negocia el convenio para 141.000.
La negociación se encuentra todavía en una fase inicial. Los sindicatos han planteado sus posiciones y las respectivas patronales han marcado distancias. En ambos casos se han realizado hasta el momento dos reuniones, sin que se hayan encauzado todavía ninguno de los asuntos que están sobre la mesa. Los sindicatos urgieron a la apertura de sendas mesas con el objetivo de contar ya a comienzos de enero con el nuevo convenio y que no se produzca como en la anterior ocasión, que se tuvo que prorrogar los de años anteriores, lo que provocó dos años de congelación salarial.
El convenio que vence ahora se firmó en 2021 con unas subidas salariales escuetas. En el caso de la mesa de la AEB se contempló un 0,25% anual. Pero este acuerdo estaba sellado antes de que la inflación se disparase. Los sindicatos presionaron cuando tuvieron ocasión para volver a abrir el convenio y mejorar los salarios. Por ello, hace un año, todas las patronales volvieron a renegociar las condiciones con los respectivos representantes de los trabajadores y se acabó acordando una subida salarial del 4,5%.
Estos convenios solo afectan a los trabajadores de las entidades que se encuentran en España. De hecho, es en este país donde los bancos más están notando cómo la subida de los tipos de interés y su impacto en los beneficios. La aceleración en la subida de precios de las hipotecas y la lentitud del traslado de la subida de tipos a los depósitos, han mejorado con creces la rentabilidad del negocio de los bancos en España. En este mercado, los seis principales bancos ganaron 9.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 55% respecto a los datos de un año antes. A lo que se suma que se hace con menos trabajadores.
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