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El consejero delegado del BBVA, Onur Genç. (EFE/Sergio Pérez) |
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La decisión de los minoristas será clave para que BBVA llegue al 50% o, al menos, al 30%. Pero también habrá que ver si todos los fondos acuden, como anticipan Carlos Torres y Onur Genç
Los equipos de BBVA y Sabadell hacen cuentas contrarreloj para recabar los apoyos en la opa hostil, que expira el viernes, mientras que llevan a cabo sus últimas presentaciones y reuniones con inversores. La decisión de los minoristas será clave para que BBVA llegue al 50% o, al menos, al 30%. Pero también habrá que ver si todos los fondos acuden, como anticipan Carlos Torres y Onur Genç.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, aseguró en una entrevista con El Confidencial que el apoyo de los fondos “está claro”, tanto por la futura fusión como por el hecho de que las acciones del Sabadell se han quedado sin recorrido. Onur Genç, consejero delegado, puso la misma idea encima de la mesa este martes, en un encuentro bancario organizado por KPMG y Expansión.
Los inversores institucionales tienen en torno al 35% del capital de Banco Sabadell, según trasladó al mercado el banco catalán después de que el consejo volviera a recomendar rechazar la oferta, tras la mejora del 10% por parte de BBVA. En aquel consejo se desmarcó el consejero David Martínez, inversor mexicano que cuenta con el 3,9% y que dijo que sí irá a la opa. Por su parte, el 40% está en manos de minoristas, un 20% son inversores pasivos y el 5% es de Zurich, que no irá a la opa.
Del 35%, BBVA ya cuenta con un 3,9%, que procede de la inversión de Martínez y de una posición testimonial del 0,05% de Algebris, que también señaló a Bloomberg que acudirá a la opa. Queda un 31%, del que los ejecutivos de BBVA apuntan a que tendrán un apoyo total, mientras que Sabadell alude a que en torno a la mitad prefiere que los dos bancos sigan por separado y otra mitad querría que salga la opa, pero tiene dudas ante la posibilidad de que BBVA se quede entre el 30% y el 50%.
De hecho, Sabadell puso el ejemplo de Algebris en una queja a la CNMV para pedir que haya un compromiso irrevocable de los fondos que se pronuncien y se eviten así manipulaciones de mercado, aunque no han solicitado lo mismo a Zurich, que ya ha comunicado que no acudirá a la opa.
Entre los institucionales, “una inmensa mayoría, casi todos con los que hemos hablado, van a acudir a la oferta porque basan su decisión en los fundamentales”, señaló este martes Genç, mientras que en Sabadell consideran que la mitad quiere ir, en torno al 15% del capital, pero que tienen dudas sobre una potencial segunda opa, lo que podría incentivar que algunos esperen. Hay mucho ruido ante esta hipótesis, porque Sabadell argumenta que sería una decisión más inteligente para tener una opción put (de venta), mientras que en BBVA aseguran que el precio equitativo al que se lanzará nunca podrá ser mayor al de la opa actual. La CNMV, que es quien decide, no prevé pronunciarse hasta el 17 de noviembre, si es que se llega a este escenario y debe hacerlo.
Así, BBVA confía en superar el 30% con los institucionales, entre los que hay fondos de gestión activa y arbitrajistas, y con la posición conocida de David Martínez, mientras que en San Cugat consideran que no se pasará del 20%, suponiendo que no haya fondos que, queriendo ir a la opa, esperen a una segunda puja en efectivo.
A partir de esta cifra, hay que sumar la gestión pasiva. Los inversores indexados, entre los que figuran vehículos de BlackRock (por la parte de iShares) o Vanguard, decidirán según su pronóstico en torno a la opa. Aunque depende de cada casa, en esencia los dos bancos coinciden en que, si creen que la aceptación será del 60%, irán con un 60% de la inversión, y si es del 30%, irán con un 30%, para replicar de la mejor manera los índices. En Sabadell apuntan a un tercio de la inversión, lo que supondría algo más del 6% del capital, mientras que en BBVA apuestan por el doble.
BBVA suma con los inversores institucionales hasta un 42%, mientras que Sabadell no pasa del 26%, y siempre con la tesis de que muchos fondos no acudirán a la opa porque podría haber una segunda, ante la opción de que el banco presidido por Carlos Torres se quede entre el 30% y el 50%.
La clave final para el éxito estará en los minoristas, que pesan más en Sabadell que en ninguna otra entidad. Muchos de ellos son clientes del banco y con afinidad a la entidad tras varias generaciones. Es decir, familias burguesas catalanas que han tenido acciones del Sabadell durante muchos años. La permanencia media es de 15 años, con una “alta lealtad al banco”, según dijo el banco catalán. En San Cugat dan por hecho que el sentimiento de los inversores minoristas es positivo hacia Sabadell por las subidas en bolsa de los últimos cuatro años, dejando atrás años de dudas, caídas y restricciones al dividendo, especialmente tras la caída del Popular, la compra de TSB con los problemas en la integración y la debilidad del banco con la que llegó al covid, lo que llevó a negociar con BBVA una fusión que no prosperó.
En este sentido, los minoristas tienen la llave, porque en las cuentas de ninguna de las partes está que BBVA alcance el 100% de institucionales activos y pasivos. Sabadell asegura que, del 80% de los minoristas que son clientes, solo el 1% ha acudido a la opa, con un ritmo progresivo y que no se acelera, lo que supondría en torno al 0,33% del capital.
BBVA no tiene visibilidad sobre esta parte del accionariado, aunque ha facilitado que cualquier accionista pueda acudir al canje en sus oficinas o por teléfono sin ningún coste. Genç desveló este martes que únicamente el 2% de las acciones del Sabadell están depositadas en BBVA y que de este porcentaje ha acudido al canje un 40% –el 0,5% del capital–, pero la aceptación se está acelerando en los últimos días, desde que se conoció la decisión de David Martínez.
El banco vasco, asumiendo sus tesis, necesitaría que al menos una cuarta parte de los minoristas acudan a la opa para alcanzar el 50% y que lo haga en torno a la mitad para asegurarse llegar a este umbral, teniendo en cuenta que es difícil que el apoyo de los fondos sea unánime. Mientras que en Banco Sabadell confían en que el grueso de los minoristas siga apostando por el proyecto en solitario, haciendo que sea muy difícil para BBVA llegar al 50%, y dejando a los fondos dudar sobre qué hacer ante el escenario de que la entidad se quede entre el 30% y el 50%.
La pelea por los minoristas ha llevado a los dos bancos a intensificar su inversión publicitaria y las apariciones públicas de sus ejecutivos, además de poner el acento en el dividendo, con mejoras en las estimaciones a futuro por ambas partes. En paralelo, los dos presidentes, consejeros delegados y directores financieros siguen teniendo hasta el final reuniones telemáticas con grandes inversores.
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