El importe total de la transacción, sumando el 20% que seguirá por el momento en manos del Sabadell, "se ha fijado en 350 millones de euros, ampliables en función de la consecución de objetivos".
Denuncian que la plantilla está en una “situación límite”, mientras que el banco, que cifra el seguimiento en el 60% de los empleados, asegura que “siempre piensa en el bienestar” de los trabajadores.